follaba y leía periódicos." (Albert Camus) El hombre del año 2000: sin novedad en la frente.
8 comentarios:
Anónimo
dijo...
Bah, ¿realmente está usted seguro de que siguen leyendo periódicos? Eso será una pequeña minoría. Y al resto no les vendría nada mal aprender a follar mejor...
Por el aprecio que le tengo, lamentaría que fuera usted lo que parece (no me guarde rigor: me atengo a su réplica): una periodista laboral y sexualmente frustrada.
Algún oasis habrá en el desierto, ¿no?
Abrazos.
[Soy consciente de que no soy el más autorizado para hablar]
Veo que con dos o tres comentarios he alcanzado ya la tan temible categoría de "querida"; no me confunda usted con su harén de aduladoras, que soy muy poco dada a ello (a los harenes y a las adulaciones).
En cuanto a lo que parezco, no se proecupe usted: el periodismo ya no lo ejerzo, y en lo que al sexo se refiere... soy buena maestra.
Es que me desoriento con tanta facilidad, mi querida Elena... :(
***
Maestra Ka,
Ya me gustaría a mí tener brío para poder permitirme un harén... ¿No me habrá confundido con un eunuco? ¿O es que me mira usted con magistrales y bondadosos ojos?
***
Creo que el de 1050, Inés -para no incurrir en un anacronismo que sería descubierto a la larga-, sólo follaba.
Aunque qué sér yo: hay por aquí voces más autorizadas que la mía...
Hay tardes enteras que ha pasado hojeando -sin apenas leer, por el entrañable placer de acariciarlos, olerlos, tenerlos cerca- los manoseados volúmenes de sus estanterías. Rara es la semana que ha dejado pasar sin escribir a mano una carta a un antiguo maestro, al que un día temió y hoy aprecia. Alguna vez, algún vecino curioso podría descubrirlo en ensimismada contemplación tras la ventana; podría acaso pensar que alguna melancolía lo aturde o acosa: él sólo escucha una música lejana o el calmado discurrir de sus ritmos interiores. Nunca un café se alargó como aquel que compartía con ella las soleadas e infinitas mañanas de domingo, a la sombra del árbol que plantara su abuelo. Nadie encontrará con más facilidad una excusa para interrumpir sus paseos por la playa en penumbra, tal como los interrumpía con ella, ahora que ella le falta. Jamás un latido ha durado tanto. Sin duda, observadores imparciales que nada saben ni quieren saber de él dictaminarían, con justicia, que ha perdido el tiempo. Él, si tuviera el valor de contestar, sin exigirles comprensión y con no menos justicia, sostendría que ha ganado una vida.
8 comentarios:
Bah, ¿realmente está usted seguro de que siguen leyendo periódicos? Eso será una pequeña minoría. Y al resto no les vendría nada mal aprender a follar mejor...
Querida Ka,
Sin lugar a dudas, leen (¿leemos?) el Marca.
Por el aprecio que le tengo, lamentaría que fuera usted lo que parece (no me guarde rigor: me atengo a su réplica): una periodista laboral y sexualmente frustrada.
Algún oasis habrá en el desierto, ¿no?
Abrazos.
[Soy consciente de que no soy el más autorizado para hablar]
Querido Francisco,
Si lo quiere encontrar, no dude en andar :)
Besos sin espejismos.
Veo que con dos o tres comentarios he alcanzado ya la tan temible categoría de "querida"; no me confunda usted con su harén de aduladoras, que soy muy poco dada a ello (a los harenes y a las adulaciones).
En cuanto a lo que parezco, no se proecupe usted: el periodismo ya no lo ejerzo, y en lo que al sexo se refiere... soy buena maestra.
Las oasis no suelen ser más que fantasmagorías...
"El hombre de 1050: follaba y leía periódicos."
¡¿A la vez?! Bueno, no sé de qué me extraño, los hay incluso que son capaces de "disparar" pegando tiros... ;P
"El hombre del año 2000: sin novedad en la frente."
Más bien con la televisión en-frente (ya, ya: es casi lo mismo).
Es que me desoriento con tanta facilidad, mi querida Elena... :(
***
Maestra Ka,
Ya me gustaría a mí tener brío para poder permitirme un harén... ¿No me habrá confundido con un eunuco? ¿O es que me mira usted con magistrales y bondadosos ojos?
***
Creo que el de 1050, Inés -para no incurrir en un anacronismo que sería descubierto a la larga-, sólo follaba.
Aunque qué sér yo: hay por aquí voces más autorizadas que la mía...
Abrazos.
Uy, perdón! Se me deslizó el dedito...
Esas manitas quietas...
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