Basta que lo terrible se repita para que comencemos a aceptarlo; basta con que se vuelva una costumbre para que propendamos a justificarlo. Tomamos lo azaroso (una patria, un amor, el propio rostro) como algo destinado y como tal lo amamos. Del mismo modo, despreciamos el fruto en mano por aquel que de la rama pende y nos reclama, el sí entregado por un esquivo acaso. Vértice del conformismo y de la ingratitud con el ahora, el hombre es el ser que santifica lo acontecido contingente como mitología y el porvenir conjetural como utopía.
viernes, 20 de julio de 2012
jueves, 19 de julio de 2012
Ahorro
Los profesores podemos ahorrarnos años de torturada especulación teológica y metafísica: impartir una clase en la ESO es una prueba irrefutable de la inexistencia del alma.
lunes, 9 de julio de 2012
jueves, 5 de julio de 2012
Filántropo
Abriéndose la gabardina con chulería, el exhibicionista ofrecía la altiva erección de su alma.
Con el corazón en la mano
Tiempos modernos: culto a la autenticidad, a la desnudez;
desconfianza del artificio, del ornato, del juego. Paralelamente:
tiranía de la pasión, apoteosis del sentimiento (sentimentalismo), religión del corazón; anatemización de la
racionalidad, de la ironía, de la reserva.
Guillotinamos cabezas con el
corazón en la mano.
domingo, 1 de julio de 2012
Apocalipse now
Es cierto: Teresa de Jesús creía ver a Dios entre los pucheros. Pero esto... ¡Esto ya es demasiado! Queridos lectores: el fin del mundo está cerca. ¡¡¡PENITENCIAGITE!!!
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