viernes, 13 de junio de 2008

Motivos

Las universidades desprecian a los sabios, las iglesias destruyen a los santos, las mujeres persiguen a los sementales. He ahí los motivos por los que soy un necio perverso e impotente.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay tantas cosas -como ésta- que escapan a mi entendimiento...

Saludos.

Idea dijo...

Francisco, parecen los motivos equivocados, ¿quién querría ser reconocido en las universidades?, o ¿santificado en las iglesias?, acaso sólo los muertos con homenajes póstumos, en la vida como en la guerra, es mejor seguir librando batallas. Ahora que, la impotencia para huir del acoso implacable de las mujeres puede ser un remedio pasajero en tanto se encuentren - en la castidad - placeres sustitutos, aunque para ello sea preciso toda la fe que no es de este mundo.

Francisco Sianes dijo...

Anónimo,

Huya de esa vida en la que se tome a sí mismo demasiado en serio.

***

Idea,

El entrañable protagonista de mi artículo no anhela los homenajes de las capillas laicas y sagradas: teme el ejercicio de su cólera. En cuanto a su temperamento virilmente fugitivo, no soy quién para juzgarlo: nunca me he sentido codiciada presa de jaurías femeninas.

http://es.youtube.com/watch?v=I9tWZB7OUSU

Anónimo dijo...

no me creo ná.

Francisco Sianes dijo...

Mujer de poca fe...

Yo te haré ver la luz, como a Saulo, trotando en el camino de Damasco.

Anónimo dijo...

eso me lo creo menos, pero suena bonito

Francisco Sianes dijo...

Y sabe aun mejor, descreída.