Procura no convertirte en notario de tus lápidas. Tu labor es celebrar el sol que dora los mármoles, las calladas confidencias del ausente crisantemo.
sábado, 21 de junio de 2008
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Variaciones y fuga de Francisco Sianes
4 comentarios:
En efecto, también el sol sobre los mármoles merece su misterio.
Beso dorado.
Qué bien leerte.
Un saludo
Yo, a estas alturas, me dedico a contemplar cómo dora el sol cernudianos cuerpos juveniles.
Salud.
Y yo confío en merecer ese beso, Ana.
***
Qué vida tan tonta,
Sé bienvenida a este apartado y tranquilo rincón de la vida.
***
Lástima que Cernuda, amigo, no tuviera mujeres a las que cantar. Me habría sumado, sin duda, a sus celebraciones.
Espero que no se resigne a cantar tan sólo lo que ya ha perdido (o lo que nunca tuvo).
Abrazos.
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