sábado, 21 de junio de 2008

Celebración

Procura no convertirte en notario de tus lápidas. Tu labor es celebrar el sol que dora los mármoles, las calladas confidencias del ausente crisantemo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

En efecto, también el sol sobre los mármoles merece su misterio.
Beso dorado.

Ana Salta dijo...

Qué bien leerte.

Un saludo

David J. Calzado dijo...

Yo, a estas alturas, me dedico a contemplar cómo dora el sol cernudianos cuerpos juveniles.

Salud.

Francisco Sianes dijo...

Y yo confío en merecer ese beso, Ana.

***

Qué vida tan tonta,

Sé bienvenida a este apartado y tranquilo rincón de la vida.

***

Lástima que Cernuda, amigo, no tuviera mujeres a las que cantar. Me habría sumado, sin duda, a sus celebraciones.

Espero que no se resigne a cantar tan sólo lo que ya ha perdido (o lo que nunca tuvo).

Abrazos.