¡Ah, los salvadores de la Humanidad! Serían capaces de sacrificar el mundo entero, hombre por hombre, antes que una sola de sus filantrópicas convicciones. Espíritus de Minotauro, reinan entre las soledades y la sangre de su intrincada cólera laberíntica.
viernes, 27 de junio de 2008
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