sábado, 28 de junio de 2008

Dualismo

El alma es la morada del deseo. Tu cuerpo es la medida de su exilio.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

«Si existe un placer
es el de hacer el amor,
el cuerpo rodeado de cuerdas
y los ojos cerrados por navajas de afeitar»

B. Péret.


Un saludo y muchos besos, Fran.

Anónimo dijo...

Saludos, Francisco


Diariamente me paseo por su blog y hoy al fin me he decidido a escribirle, hace no mucho tiempo descubrí su blog y desde entonces cada día le hago una visita, ya que, ni se imagina lo que me hace disfrutar con sus artículos, con los cuales en muchas ocasiones ha hecho humedecer mis ojos, a veces de felicidad y otras de tristeza, pero en la mayoría, sobre todo he sentido una gran identificación, y créame, eso ya es mucho.


Gracias a usted y a su página me ha abierto la puerta a una ‘’nueva dimensión’’ y me ha hecho ver, que no soy tan ‘’bicho raro’’ como pensaba, a quien no le gusta ver la tele y siempre que se sienta a verla, únicamente la escucha de fondo porque no puede evitar pensar en otras cosas, que no soy la única que prefiere quedarse en casa leyendo un buen libro o quizás dibujando, antes de estar en un ruidoso pub o discoteca, en la cual, confesare, me siento totalmente perdida, y desconcertantemente me hacen reflexionar, pero en otra ocasión le contaré mis cuestiones sobre ese mundo…siento una vejez prematura…

Y aquí me tiene, a estas horas envolviéndome con sus palabras, disfrutando con todas sus frases acompañadas de esos pequeños ruidos que solo en las noches somos capaces de oír…
Hace poco le pedí que me recomendara unos cuantos libros, ya que, por desgracia no tengo a quien pedirle que me recomiende alguno a causa de la escasez de gente que conozco que ojee de vez en cuando un libro, así que le insisto, sino es molestia y aun sabiendo lo difícil que me es encontrar cualquier libro, a que me recomiende algunos, sin miedo, ya que confío en su buen criterio y se que valdrá la pena la búsqueda.

Espero poder animarme y desde ahora tener el valor para comentar sus artículos.



Besos de alguien que le admira.

Francisco Sianes dijo...

Pilar,

Que la navaja nunca corte esa soga que nos abraza.

(Por cierto -y perdona el interrogatorio-: ¿qué Pilar?)

Un beso.

***

Cristina,

¡Qué sorpresa verte por aquí!

Lo de la falta de entusiasmo por las salidas nocturnas no es vejez prematura: se llama sensatez. Si existe el infierno, tiene forma de discoteca. Te dejo aquí un pequeño relato de mi última visita a una:

http://latorredemontaigne.blogspot.com/2007/09/una-vida-de-fregona.html

Es muy difícil recomendar libros; incluso a las personas que uno conoce bien. Sí puedo decirte algunos libros que a mí me gustaron mucho a tu edad (espero que no te resulten demasiado "ladrillos").

"El extranjero" de Albert Camus
"El guardián entre el centeno" de J.D. Salinger
"Crimen y castigo" de Fiodor Dostoievski
"Trastorno" de Thomas Bernhard

Los cuatro son, resumiendo, libros de psicópatas solitarios. En una línea menos apocalíptica, quizá te gusten:

"Orgullo y prejuicio" de Jane Austen
"El amor en los tiempos del cólera" de Gabriel García Márquez

Te dejo también la recomendación de tres libros que no he leído; pero que les han gustado mucho a otros alumnos:

"La sombra del viento" de Carlos Ruiz Zafón.
"Rebeldes" de Susan Hinton
"El chico del pijama de rayas" (no recuerdo el autor"

Por último, te recomiendo algunos cómics que quizá te gusten:

"Mauss" de Art Spiegelman
"Watchmen" y "From Hell" de Alan Moore
"Sin City" y "300" de Frank Miller

¡Y ya basta!

Espero que pases un feliz verano y que no me maldigas por sepultarte entre libros.

Un abrazo y gracias por tus bonitas palabras.

Anónimo dijo...

Francisco,



Espero que al menos la sorpresa de verme por aquí no sea demasiado desagradable y no te recuerde al trabajo.

Muchas gracias por la lista de libros, cuando los vaya leyendo te iré comentado, no temas por indicarme libros ‘’ladrillos’’ ya que si el argumento es bueno, son de mis preferidos, los pequeños se me hacen demasiado leves.
El argumento de los cuatro primeros me parece interesante ya que, novela de terror y de suspende es de lo que mas he leído hasta el momento, espero que no seas el causante de convertirme en una psicópata, lo de solitaria esta más cercano.



Con respecto al tema de salidas nocturnas, me ha gustado mucho el artículo (Una vida de fregona), me he reído mucho y cambiando el café por un refresco es una situación que he vivido en mas de una ocasión, y cuando estas observando a la gente y viendo esa ‘’falsa película’’ de la que hablas, te preguntas: ¿qué hago yo aquí? Y eso retumba dentro de ti como esa insoportable música, y no para hasta el momento en el que sales de aquel ‘’antro’’.

Siempre he visto las discotecas como un lugar en donde el hombre (y la mujer), como buenos animales, dejan ver su parte más primitiva, el intento de la conquista, el perfume casi sin dejar respirar unido con el sudor, el color, por no hablar del humo…Para al final acabar en el apareamiento (o aparcamiento), pero eso si, se disfraza y se piensa que es diferente. Me aterra tanto el cielo como el infierno, y ahora que me has hecho imaginármelo como una discoteca, me estoy pensando eso de ser buena…
Ya no recordaba mi última salida nocturna y a causa de su artículo me ha hecho revivirlo, gracias por volver a recordarme que no pise ninguna.

Espero que también pases un buen verano y descanses, pero eso si, sigue escribiendo artículos tan buenos como este.


Un abrazo de alguien que le admira.

Mónica dijo...

La morada del deseo. Qué bello, es cierto debería ser sólo eso, más que suficiente. El problema es cuando se corrompe con demasiados inquilinos.

Mónica dijo...

La morada del deseo. Qué bello, es cierto debería ser sólo eso, más que suficiente. El problema es cuando se corrompe con demasiados inquilinos.

Francisco Sianes dijo...

Cristina,

Te recomiendo también otro libro en la línea psicopática: "El túnel" de Ernesto Sabato. Creo que te gustará.

(Ya pensaré en otros que no puedan convertirte en una lunática en potencia)

Un abrazo.

***

Mónica,

Cierto. También el amor exige límites. Cioran sabía que amar es saber unir a un temperamento de vampiro la discreción de una anémona.

Un abrazo.