sábado, 7 de junio de 2008

Depredadores

Desconfía de aquellos que utilizan el cementerio, sus cadáveres y sus adioses, para hacer literatura. Se apresurarán a convertirte en el alimento de sus letras.

5 comentarios:

Elena dijo...

Ups! que miedo... :(

Idea dijo...

No podría estar más de acuerdo contigo, será que finalmente se vive para escribir una o dos líneas en todo el transcurso de nuestra existencia que valgan las penas del último exilio?
Un beso grande para ti.

Anónimo dijo...

Así es la daga con la que me creaste para luego matarme.

Sir John More dijo...

Creo que se quedó corto, amigo Francisco. Yo dejaría sin duda la frase tal que así: "Desconfía de aquellos que pretenden hacer literatura. Se apresurarán a convertirte en el alimento de sus letras."

Francisco Sianes dijo...

Elena,

No es lobo todo aquel que aúlla.

Abrazos "caperucíticos".

***

Si yo escribo, amiga Idea, no es para compensar penas sino para merecer alegrías.

Otro muy fuerte para ti.

***

Tú,

¿Quién es la Desdémona -o el César, que uno ya no sabe- que mereció semejante daga?

Saludos estupefactos.

***

Sir,

Tomo nota, tomo nota.

Un cariñoso abrazo, amigo.