jueves, 15 de mayo de 2008

Rapaz vendimiadora de deseos, no reconozco más autoridad que tu sonrisa, el sagrado rubor de tu amapola. Ya no hay exilio que me aceche; floreces tú en todas mis esquinas. Me has enseñado a despreciar las bravatas del dolor, las mentiras marmóreas del discurso del polvo. La muerte es un rumor confuso del que sólo guardo el nombre. Qué flecha soy de ti, qué pájaro de alturas, cómo me lanzo y atravieso a tu contacto el corazón del corazón de lo que soy. Como un hilo secreto que mantuviera irrevocablemente unidas las quebradas imágenes del mundo, el redentor -en él todo es fulgor, nada premura- relámpago de tu figura.

7 comentarios:

Idea dijo...

Francisco, entre "los cinco minutos de gloria" para todas y el tú, se abre un abismo, celebro, que vuelvas al punto de partida.
No creo de verdad que te soprendas por la indiscreción de los anónimos, la ingenuidad no es tu signo, y presumo que te gusta la provocación. Me disculpo de antemano si cometo un error de juicio, pero esgrimo en mi defensa que no me escudo en el anonimato.
Cariños.

Francisco Sianes dijo...

Idea,

Disculparás que me cite y te remita a este fragmento:

http://latorredemontaigne.blogspot.com/2008/01/do-fuir.html

No vuelvo al punto de partida. Mi origen y mi fuente son centros móviles. No me soportaría siempre burlón, como tampoco me soportaría siempre hierático.

No lamento la presunta indiscreción de algunos anónimos, sino su falta de elaboración, su carencia de ironía. Me gustan, es cierto, la provocación y el juego inteligente. Me aburren y me desmotivan, sin embargo, la pereza mental y la mala educación.

Por lo demás, conmigo no necesitas defensas. Todas tus cariñosas reprimendas son bienvenidas. Conmigo, amiga, tienes ganadas todas las batallas.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

No sé muy bien a qué o a quién le habla, pero me gusta lo que dice.

Un saludo.

(Yo también prefiero esta otra cara suya).

Elena dijo...

Cinco inolvidables minutos ceden paso a un bellísimo renacimiento.

Un abrazo muy fuerte.

Idea dijo...

Francisco, siempre celebro lo que en éstas latitudes llamamos "tu buena onda" y debo reconocer que tal vez cometí un error de apreciación, es evidente que te gusta la provocación, y me gusta también a mi, siempre es un desafío para la mente y el juego, lo que sucede es que abunda en el universo virtual un mal hábito, la impunidad de decir cualquier disparate sin ninguna consecuencia. Cuando un anónimo es simpático, original, o inteligente, lo celebro, pero cuando se escudan para todo lo contrario, me provocan la misma distancia que un cobarde que no se hace cargo de sus dichos en la vida real.
Un beso para ti, Idea

hadanae dijo...

Francisco, me ha encantando descubrir tu blog. Es un placer leerte. Te brindo mi más sincera admiración porque considero que ser profesor hoy en día es como ser un gladiador en un circo romano: muchas fieras y un minúsculo escudo.

un beso

Francisco Sianes dijo...

Hadanae,

"Lo que hacemos en la vida, tiene su eco en la eternidad". Uno está hecho ya a arrostrar todo tipo de fieras y es capaz de casi cualquier cosa por la admiración de las vestales. Fuerza y honor.

Bienvenida y un beso.