miércoles, 14 de mayo de 2008

Precox eiaculator warholianus

Todas tenéis conmigo vuestros cinco minutos de gloria.

10 comentarios:

Elena dijo...

Pues ya sabes como quiero los míos… ves ensayando :)

Anónimo dijo...

¿ves ensayando?.... ves aprendiendos a escribis Elenas :)))

Elena dijo...

Querido anónimo (o anónima)...¿Será por tiempo? ;)

Elena dijo...

Por cierto, tenga cuidado, ya “ves” que todo lo malo se pega.

Anónimo dijo...

Elena, ten cuidado tú.

Anónimo dijo...

¿Qué tienen de especial esos cinco minutos?

Anónimo dijo...

¡Yo también quiero saberlo!

Sir John More dijo...

A ver ese anfitrión, que ponga un poquito de orden en la tertulia. No sé por qué (debe ser la edad), pero algo me dice que va llegando el momento de que impida el acceso de estos anónimos a sus habitaciones, amigo mío. Algunos de ellos pierden las formas con tremenda facilidad...

Francisco Sianes dijo...

Amigo Sir John,

Siempre he publicado con mi nombre y apellidos y jamás me había planteado poner límites a la espontaneidad ajena (un exceso de confianza en la "civilidad" ajena que dice mucho más -presumo- que todos mis textos). Tiene usted toda la razón. Llevo varios días pensándolo: si la cosa sigue así, acabaré estableciendo un filtro para la publicación de comentarios. ¡Qué pena! Ruego a los anónimos y enmarcarados que me libren de tomar una medida tan contraria a mi temperamento.

Anónimo dijo...

La verdad es que la máscara del anonimato tarde o temprano acaba perjudicando al que la porta y más si la luce en todas las fiestas de manera tan arrogante.