lunes, 10 de diciembre de 2007

Comedia

Un canto, tres fragmentos. Como Dante se confía a Virgilio y a Beatriz en el Infierno, Purgatorio y Paraíso, así me dejaré llevar -con la sola guía de la brújula de la emoción estética- por el ordenado resplandor dantesco.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, como tú ya lo leiste (lo que no me sorprende) y yo lo estoy leyendo...

Me tendrás que ayudar a entenderlo, que hay cosillas en las que me pierdo...

Saluditos!!!

Francisco Sianes dijo...

Conforme, simpática joven.

Pero con una condición: debe llamarme, como Dante a Virgilio: "tú, mi maestro, mi señor, mi guía". O, como mínimo, mientras escuche, no coma chicle. ;)

Anónimo dijo...

Jajaja

Yo lo llamo como quiera... pero sin dobles sentidos: "Tú, mi maestro (cierto, por suerte o desgracia...), mi señor (bueno...todo es relativo...), mi guía (puede, al menos nos estás enseñando algo estos dos años...)

Lo del chicle...¡¡¡yo necesito tener mi boca entretenida!!!Y mi mente (en tus clases...)*

Y lo de simpática...¡¡¡eso va ser que no sabías realmente quién era!!!

Saluditos!!!

*¡Ay, mísero de mí, ay,infelice!
Apurar,cielos, pretendo,
ya que me tratáis así,
qué delito cometí
contra vosotros, naciendo...