miércoles, 26 de diciembre de 2007

La costilla de Adán (2). La mujer ejecutiva

Aspecto físico. Su cuerpo suele ser delgado y con curvas sin peligro. Tienden a llevar el pelo corto modelo “casco de guerra” que, al andar, oscila inquietantemente. En cuanto al vello corporal, existe la variante batracia (por su siniestra ausencia de pelo) y la variante osezna (por su frondosidad pilosa). Visten intimidatorios trajes de chaqueta, ropa de marca y lencería cara y fácilmente desgarrable. Usan bolsos extravagantes y relojes minúsculos.

Sexo y pareja. Son osadas sexualmente; pero de forma cerebral y aséptica: sus dormitorios tienen algo de laboratorio de experimentación. Se sienten atraídas por hombres económicamente solventes, fríos e implacables. Aunque saben manejar un discurso sádico, se someten mentalmente a parejas dominantes y castradoras (no es infrecuente que se sean musulmanes ricos). Han padecido rupturas traumáticas con hombres maduros y (generalmente) casados, que alternan con romances truculentos con artistas jovencitos y asilvestrados. Han salido con protésicos dentales, ingenieros, agentes de bolsa y psicoanalistas, lo que da a sus conversaciones sexuales una precisión que asusta. Tienen tendencia natural a enamorarse de arquitectos. Carecen de instinto maternal; pero, si condescienden a procrear, atormentan a sus hijos con digitaciones de piano y los largan a colegios privados donde desarrollan un aspecto lechuguino, una lumpenhomosexualidad atormentada y tendencias suicidas.

Alimentación.
Han padecido diferentes desórdenes alimenticios y son adictas al Prozac. Conocen restaurantes caros, ingieren comida dietética con disimulada y tensa voracidad (el acompañante teme, con aprensión, que se atraganten), no se pierden en una carta de vinos, beben agua mineral y zumo de papaya.

Costumbres y temperamento. Aunque se esfuerzan por mostrarse orgullosas y seguras de sí mismas, presentan todo tipo de cuadros maniacodepresivos. Mantienen relaciones caníbales con mamá y equívocas con papá. Ríen poco; aunque a veces tienen estallidos espasmódicos que suelen acabar en llantina y sofocón. Cuando pierden la calma, se transmutan en gallinas cloqueantes y furiosas. En el trabajo son de una competitividad y determinación aterradora. No votan o votan a partidos airados y fanáticos. No tienen amigas íntimas y escriben cartas personales llenas de referencias librescas que podrían confundirse con informes forenses. En su variante mística, usan un lenguaje alambicado y no poco cursi. Desde muy jóvenes, manejan con virtuosismo las miradas de condescendencia. Pasan la vida con las mandíbulas y los puños apretados. Tienen pesadillas espantosas y dan dolorosísimas patadas en la cama. Las atemorizan la oscuridad, la vejez y otros fantasmas, ante los que se paralizan cono animalitos desamparados. Conviven con gatos o bien con perros diminutos, intemperantes y aviesos a los que asfixian con los más desaforados mimos y las mariconadas más inimaginables. La decoración de sus casas es minimalista y todo parece estar minuciosamente desinfectado (las mascotas incluidas).

Creen en la astrología.

25 comentarios:

Gaëlle dijo...

¡¡Excelente retrato!! Me he reido mucho y he reconocido a algunas...
¿Cuál será su próxima victima?
abrazos

Francisco Sianes dijo...

Usted.

Gaëlle dijo...

....¿en serio?

Anónimo dijo...

Me ha encantado no verme reflejada con ese marco.

Y sín embargo, me muero de ganas de que me retrates.

Sigue probando.

De momento, frío, frío... :-)

Sir John More dijo...

Válgame el cielo, amigo Francisco, qué hiel, qué minuciosidad inmisericorde (si se me permite la cacofonía)... ¿Cuánto pides por hacer un retrato de Monteseirín? Abrazos.

Francisco Sianes dijo...

Gaëlle Solal,

Yo siempre hablo en serio.

***

Amanda,

Espero que nunca te veas retratada en una de estas estampas. Quiero pensarte a salvo de estas zozobras.

Un abrazo.

***

Amigo Sir John,

Como Flaubert, te diría que esta costilla de Adán soy yo.

Lo de Monteseirín vamos a dejarlo: no quiero empezar el año (cacofónicamente) atribulado entre tribunales.

Un abrazo y bienvenido.

Anónimo dijo...

Creo que se le han cruzado varios tipos, querido amigo. En su descripción hay ramalazos de mujer no intelectual: los relojes pequeños, los animales de compañía jibarizados, la astrología (:-D)... delatana la histérica sin intelecto. Por lo demás, la mujer intelectual no suele vestir caro; sólo una particular ramificación: la intelectual decadente. La normalita lleva bragas de esparto.
En todo caso, divertida descripción... ¿Toma usted las notas del natural? :-)
Un beso.

Francisco Sianes dijo...

Siempre del natural, Ana. Por cortesía (acaso por cobardía) he intentado buscar modelos que no leerán estos artículos.

Un beso.

Anónimo dijo...

Lástima que la cortesía, o su presunta cobardía, nos sustraigan ciertos placeres impagables.

Francisco Sianes dijo...

Qué difícil a veces, querida Amanda, renunciar a recibir u otorgar ciertos placeres.

Anónimo dijo...

Admirado Francisco:

Quedé desconcertado con el vídeo que puso usted sobre la masturbación. Me resultó desagradable. No sé si usted tiene intenciones burlonas, provocadoras a posta, buscando, precisamente, que le descerrajemos alguna barbaridad, así, de repente. En cualquier caso, indudablemente, su blog me hace pensar, y eso me agota. Y este año estoy especialmente agotado por el trabajo. Decidí bajarme de su Montaña durante unos días, pero hoy, si me lo permite, lo visito de nuevo.

¡Madre mía! ¡Cuanto trabajo me deja pendiente, cuán acompañado ha estado usted de las musas, o del insomnio, en estos días!

Acabo de leer, a estas altas horas, su nueva entrega de la costilla de Adán. Yo salgo poco y soy bastante despistado a la hora de analizar físicamente a las personas y relacionar su aspecto con sus características sicológicas. Lo que usted narra me suena más a películas o estereotipos de revistas "femeninas". Las mujeres de las que yo me rodeo pertenecen a los ámbitos intelectuales, rústicos y, las más, a una mezcla de ambos tipos. Considero que hace usted una descripción muy cruel. Efectivamente, estoy seguro de que las mujeres que describe nada tienen que ver con las que visitan su blog.

El problema que yo veo en la mujer intelectual de hoy es que no tiene referencias en el pasado y está algo perdida. Conserva sus inclinaciones maternales en continua pugna con las profesionales. Y encima tienen muy difícil encontrar un hombre a su altura. Por ello deben simular que son algo tontuelas para que los hombres nos fijemos en ellas.
Igualmente, los hombres actuales intelectuales hemos perdido las referencias. No sabemos distinguir la cortesía del machismo. No sabemos si un piropo es un halago o una ofensa. No sabemos discurrir por las sendas del diálogo, la comprensión, la ternura, el perdón... esas cualidades tan propias de Venus. Y estamos abandonando el lucero de Marte que nos ha estado guiando durante milenios.
Hombres y mujeres intelectuales estamos en terreno de nadie. Es muy difícil rechazar el prozac. Es muy difícil que la contrariedad no nos aflore a la cara o en la manera de andar o comportarnos.

Un afectuoso abrazo.

Anónimo dijo...

Encuentro el retrato un tanto Frankensteiniano pues reconozco en él fragmentos de distintos tipos de mujeres; sin embargo, ninguno me hace evocar a la "mujer intelectual". En todo caso, me recuerda, a grandes rasgos, a la ejecutiva agresiva de las pelis norteamericanas.

No dudo que, como asegura, sus diagnósticos estén basados en la experiencia personal, pero... ¿está seguro de que no hay ningún factor que distraiga su atención durante el trabajo de campo?, no sé... tal vez su memoria esté empezando a acusar tanto estudio y mezcla sin querer los datos recabados... ¿O es que quizá su análisis se apoya más en la hipótesis intuitiva? Porque si es así... entonces... no me diga más.

En fin, espero que siga deleitándonos con su tesina costillera, que independientemente de lo precisa que sea, resulta la mar de interesante y a la vez sirve de examen.

Un cordial saludo.


P.S.:Tal vez esta muestra de la versión masculina se acerque más a la realidad. Va por usted, maestro:

http://www.youtube.com/watch?v=nxH4oL6bcC4

**

[Profesor Insipiente: Permítame aplaudir su comentario. Me ha gustado mucho. Y créame:un piropo bonito nunca será una ofensa para una mujer; no he conocido a ninguna a la que no le guste].

Anónimo dijo...

;)

Un abrazo.

Francisco Sianes dijo...

¡Profesor Insipiente!

¡Cuánto me alegro de verlo por aquí, amigo! Y qué pena que rara vez deje un comentario. De verdad que me hace siempre mucha ilusión leerle...

Por partes:

Provocar sí que me gusta (yo creo que se nota). Con el artículo de la masturbación no pretendía, sin embargo, provocar por provocar (con ninguno, en realidad): intentaba hacer un retrato humorístico y sin comentarios sobre el carácter del artista (el escritor, el músico, el pintor, también el filósofo). Yo creía que, con el título del artículo, quedaba claro. De la misma forma que el chico que hablaba en el vídeo aseguraba pasarse el día masturbándose (vulgo: haciéndose pajas), los intelectuales -sugería yo- se pasan el día mirándose los genitales y el ombligo (de ahí el juego de palabras con la onfaloscopia y la faloscopia): hacíéndose pajas mentales, dicho en plata.

No sé si el artículo le parece vulgar incluso entendiendo su intención; supongo que no ha aprendido uno todavía a mantenerse en los elegantes límites del decoro. ¡Pero así soy!

Respecto a los retratos de mujeres, la última etiqueta que usé para estás polémicas costillas era "Caricaturas". Algo parecido a los chistes sobre médicos, leperos, machistas o intelectuales. Me inquieta que uno no pueda hoy hacer guasa sobre mujeres sin ser tildado de machista o cavernícola. Diría que a demasiadas mujeres les falta autoironía. Puedo comprenderlo; pero eso no me hace darlo por bueno. Me pregunto qué hubiera pasado si estuviera yo escribiendo una serie de "Adanes" (daría para menos, me temo: los hombres somos mucho más simples y uniformes). Sin duda, no habría recibido las mismas reacciones.

Por supuesto que, si hablara yo en serio sobre las mujeres, no diría las gansadas que aquí he escrito. Quizá soy muy ingenuo al pensar que se distinguen fácilmente la burla de las veras.

Le confieso, querido amigo, que me entristece un poco justificarme al respecto.

Eso sí: le repito lo mucho que me alegra verle por aquí.

Un fuerte abrazo.

Francisco Sianes dijo...

Eva,

Están basados en la experiencia, pasada por el tamiz de la hipérbole, el esperpento y la ironía. Claro que no se considera uno fuente especialmente fiable (ni siquiera limpia, añadiría acaso alguna...).

Su vídeo es muy gracioso. Las caricaturas de Boadella siempre me han hecho reír. Perdone que no entre en más detalles: me caigo de sueño y creo que se me nota.

Un abrazo.

Sir John More dijo...

Al final acabaste poniéndote serio, Francisco. Lo que no pueda hacer la falta de elegancia del integrismo progresista... Y lo siguiente es que dejes las costillas para los garitos de comida yankee. Ay...

Anónimo dijo...

Apreciado Francisco (Y no digo "querido Fran", por no salirme del estilo protocolario de su página):

A no ser que esté refiriéndose a reacciones surgidas fuera de este entorno virtual, no creo que sea necesario que se justifique pues no veo que nadie en su bitácora le esté tildando de machista o cavernícola. La única crítica (y además irónica) que aquí se vierte respecto a sus descripciones es que, aparte de inmisericordes, no parecen ajustarse mucho a la idea que cada uno tenemos sobre esos perfiles femeninos que retrata.

Por mi parte no voy a disculpar ninguno de mis comentarios porque usted mejor que nadie sabe el tono burlón que encierran. Aunque entiendo que para otras personas, ajenas a la complicidad que habita entre nuestras líneas, quizá puedan ser malinterpretados. Y más en un medio como este donde el lenguaje no verbal y el tono del pronunciado son elementos recreados por la mente de cada lector.

En una cosa le doy la razón: es usted un poco ingenuo -no tanto como yo-, pero me temo que por razón distinta a la que apunta: parece (parece) tomarse demasiado a veras las opiniones ajenas. Que mucho frivolizar, mucho frivolizar, pero luego le sale el talante grave por cualquier tontería. ;P Si, en verdad, no hay nada demasiado serio en esta vida, cuanto menos en este entorno.

Un abrazo y espero disfrutar pronto de otra de sus "costillas".


[Y recuerde: transparente o turbia el agua de su fuente, esta Eva que le escribe, lejos de tenerle "enfilao", le guarda el aprecio y simpatía que siempre le tuvo].
´

Francisco Sianes dijo...

Querido sir John,

Descuide: estoy vacunado contra toda tentación de amilanamiento ante los nuevos inquisidores* del mester de progresía.

Mi explicación (que no palinodia) tenía la única intención de no malquistar -siquiera sea irónicamente- a Profesor Insipiente: un contertulio por el que siento un especial cariño**.

Un día de estos le hinco el diente a la próxima costilla.

Un abrazo.

* [Y no se tome esto, válgame Torquemada, por cobarde indirecta]

** [Estrictamente asexuado; no vaya a alarmárseme, Profesor]

Francisco Sianes dijo...

Eva,

Si se refiere a mí en el asunto exculpatorio, descuide. En modo alguno se lo he pedido, ni lo considero necesario.

Aparte (y ya que aquí podría malinterpretarse la intención y el tono: le aclaro que lo digo con la mejor intención posible y el tono más desenfadado -se lo aseguro-): ya que firma usted con un nick, no tengo ni idea de a qué complicidades se refiere. Si alguien deja aquí poemas, indirectas o cualquier otro tipo de mensaje que aluda a cualquier tipo de relación "extrablog", me limitaré a no contestar o a hacerlo con ironía.

Si alguien me escribe con su nombre y apellidos (como yo mismo hago), ya veré si considero oportuno responderle -no creo yo, con todo, que sea un blog el lugar adecuado-.

Por lo demás, le dejo un cordial saludo. Y, de nuevo, sus ironías siempre serán bienvenidas.

Anónimo dijo...

Y Francisco dijo:

"...Y, se lo ruego, tómese mis impertinencias como lo que son. Juguetonas provocaciones."

"...Y, de nuevo, sus ironías siempre serán bienvenidas."

Permítame despedirme tomando prestado el título de su último post:

"Nunca dejes que una buena mentira te arruine la realidad".
#

Francisco Sianes dijo...

"Paula",

Lo lamento; pero no conozco a ninguna Paula Aguilar Moreno (salvo como enésimo apodo) con la que Francisco Sianes haya hablado jamás. Ya que usted da su nombre en un contexto en el que se podría entender que nos conocemos con esos nombres, le ruego que me lo aclare. Lo contrario lo tomaría (y mire que me gusta poco ponerme serio: los pelos de punta se me ponen) como una falta de educación o (peor aun) como peligroso delirio.

Aunque quizá da su nombre, de manera harto equívoca, para aclararme que no nos conocemos. O bien que nos conocemos con otros nombres y ese Paula Aguilar es una máscara (una más) de quien "no se atreve a decir su nombre", que dijera el joven pijo.

Un saludo estupefacto a la espera de respuesta.

Anónimo dijo...

Francisco,

Si no nos conocemos, da igual, y si nos conocemos y sabe quién soy no creo necesario tener que decir mi nombre; entre otras cosas porque además de estar segura de que no le interesa a nadie, lo mismo dará si me llamo Paula o Perica de los Palotes.

Esta heteronímica costumbre mía no guarda ningún oscuro propósito: siempre que intervengo en cualquier blog suelo cambiarme de nick. Pero en absoluto por ninguna razón malintencionada sino porque no considero que el nombre con el que firmo mis esporádicas opiniones tenga la más mínima importancia. Otra cosa distinta sería que en una misma conversación me estuviera haciendo pasar por diferentes personas, cosa que, por supuesto, nunca haría. Y si alguna vez usted lo ha figurado así, pese a que SIEMPRE, de una forma u otra, le he hecho partícipe de mis "apodos", ya le salvo de su error, asegurándole que aparecen otros nicks anónimos en su blog que no me pertenecen.

Creáme que siempre he participado en sus bitácoras porque creía que mis comentarios, serios o mordaces, con mensaje indirecto o sin él, eran bien recibidos. Si no ha sido así, lo siento de veras.

No pensaba volver a escribir nada más, pero usted me ha requerido una respuesta y aquí la tiene. No tengo nada más que decir. Si no nos conocemos: no pasa nada. Fue un placer leerle y adiós. Y si nos conocemos y desea aclarar alguna otra cosa, como bien dice usted, no creo que este sea el entorno más apropiado y ya sabrá dónde encontrarme.

Lamento haber tenido que escribir este mensaje.

Francisco Sianes dijo...

"Paula",

Pese a mi costumbre (acaso inconsecuente en estos tiempos de mascaradas) de firmar siempre con mi nombre y de hacerme por ello responsable de mis palabras, tengo un absoluto respeto por el deseo ajeno de anonimato. De ahí que tantas veces me haga el tonto (si en mi caso no es pleonástica la paronomasia).

Ahora bien: cuando alguien hace uso de varios nicks anónimos, lanzando mensajes en clave más o menos transparentes sobre complicidades compartidas o desilusiones sufridas, ya me provoca cierta comezón la juguetona heteronimia (susceptible que es uno).

Conozco a pocas personas (confío en no pecar de inmodesto) que acepten la crítica con más generosidad de ánimo, ni que se tome menos en serio (pese a mi juguetona onfaloscopia: palabra clave) que yo. Tiene usted completa libertad (en este blog no hay filtros ni censuras) para jugar a los equívocos, si es lo que le gusta y le divierte; pero en todos los juegos hay que respetar unas reglas, si uno no quiere ser tramposo. Y en el que usted juega se me antoja imprescindible responder con el nombre propio, como hago yo, o la cosa pierde su gracia. Supongo que lo entiende.

Por lo demás, no debe lamentar nada. Nos estamos volviendo tan pusilánimes (¿por eso la costumbre de no dar la cara?) que cualquier mínima controversaria adquiere pronto tintes de drama. Y, si algo me espanta, es el melodramatismo y el aspaviento sobreactuado.

Lamentaría (sinceramente) que abandonara usted este blog. Le aseguro que no le escribo con esa intención. Si quiere seguir participando con nicks o con su nombre, tiene -como siempre- las puertas abiertas. Sencillamente, y como ya le he dicho, no contestaré a insinuaciones firmadas con nicks. Por lo demás, siempre es un gusto leer sus comentarios.

Un saludo.

Sonsín dijo...

Yo es que me he visto reflejada en varias XD!!

Francisco Sianes dijo...

Sonsín,

Pero mujer de Dios... ¿cómo ha dado con este antiquísimo artículo?

Ya casi había olvidado mi vieja parrilla... Nada, nada: habrá que ponerla a calentar un día de estos.