Manoseando por La casa del libro, veo acercarse a la caja a una pizpireta jovencita.
- Perdone... ¿tiene San Manuel Bueno, mártir?
- ¿De Cátedra? -pregunta el cajero.
- ¡No! -cabecea ella con pedagógica condescendencia- De Unamuno.
***
Hace un par de horas, me levanto de aquí para tomar un café con Rocío, una antigua novia.
-Fran: si no vas a usar el ordenador, apágalo, ¡que se calienta mucho!
Pienso en mis épocas de desuso y soltería. Sintiéndome solidario de la máquina, acaricio sus teclas y espero unos segundos, aguardando acaso una respuesta de su obstinación mimosa. Y luego lo apago.
***
En la cocina, meto una taza de leche en el microondas. Minuto y medio; me gusta que abrase. Abro la puerta y palpo la taza: como siempre, la parte superior ardiendo; mucho más fría la base. Me vuelvo hacia Rocío, que no me quita alarmado ojo mientras trajino con sus cosas:
-Niña, las exnovias sois como los microondas: nos calentáis la cabeza; pero nos dejáis fríos por abajo.
10 comentarios:
Ahora caigo... Ya me parecía a mí que el "Cátedra" ese había escrito muchos y muy buenos libros. Ahora sí que acabo de asistir a la muerte del autor. Es como si me dijeran de nuevo que los Reyes Magos son los padres. ¿No le da vergüenza desengañarme así?.
Amigo J.,
Sea en cuestión de jovencitas pizpiretas, de asuntos literarios, de calenturas o de magos (y Magas; ay, y Magas...), dudo que pueda yo hacerle progresar en el aprendizaje del desengaño.
Siempre nos quedará Papá Noël...
Pues si, a qué negarlo, uno ya tiene el culo pelado con tanto desengaño. Cosas de la edad. Pero con lo idolatrado que tenía yo al Cátedra ese... Enfin, donde las dan las toman: sepa vd. que los niños no vienen de París...
De París (que sólo es una fiesta para los que nunca fueron jóvenes ni felices), amigo J., sólo vienen (discúlpeme los pleonasmos) modas efímeras y cicatrices imborrables.
Francisco:
No deberías incluir en un mismo artículo ‘leche’, ‘calentar’ y ‘exnovia’, si cambiamos el orden, puede dar lugar a confusiones, ya sabes eso de que el ser humano piensa mal por naturaleza…
Un ordenador recordándote tus años mozos! A donde vamos a llegar…
Me he reído mucho con este artículo.
Hace poco pregunté por ti, he sabido que ya no andas entre las cumbres.
Espero que estés donde estés te sea habitable.
Cuidado con el vaso, no vaya a ser que te quemes…!
Un abrazo de esta nueva universitaria.:D
Hola, Cristina. :-)
Pues sí. Ando por otras tierras. No sé si peores o mejores; pero sabe Dios que necesitaba un cambio.
Qué bien que hayas comenzado ya en la universidad. ¿Qué estás estudiando? Sea lo que sea y aunque suene paternalista, unos consejos: aprovecha las clases de los buenos profesores (que espero que sean muchos y me temo que serán pocos), lee mucho por tu cuenta y a tu gusto y cultiva las amistades*. Qué bonitos son los años universitarios...
* [Y no comas chicle en clase. ;-)]
Francisco,
El cambio conlleva un riesgo, pero quizás merezca la pena. Estando donde estabas, entiendo perfectamente que quisieras marcharte…
Sí, ya he comenzado en la universidad, aun sigo estando asustada. Intento adaptarme el medio, o quizás estoy intentado que el medio me seleccione.
Estoy estudiando grado en filología hispánica (que mal suena decir grado en vez de licenciatura….)
Tengo algunos buenos profesores, pero también agradezco tener los malos, sino no sería posible que valorase a los buenos.
Las amistades… Pues por el momento he conocido a gente con la que puedo hablar, y eso, ya es mucho.
Y con respecto a lo de leer… Siempre he leído más por mi cuenta, y estando en Sevilla y pudiendo encontrar libros… Lo aprovecharé. ¡Ni te imaginas lo que me acuerdo de ti y de tus clases!
Lo de comer chicle…. Bueno, vale, pero… ¿Y caramelos de menta? :P
¿Filología? Ya irás conociendo entonces a muchos de los profesores que también me dieron clase a mí. Ay ay ay... :-)
Lo mejor de la Universidad de Sevilla es Sevilla. Sobre todo, ahora que, con las obras del centro, la han puesto bonita. Hace unos meses, paseando con una amiga, me decía: "Coño, Fran: parece que estemos en Europa..."
No dejes de pateártela de arriba a abajo.
[Los caramelos, siempre Pictolines.]
¿Tanto te extraña que haya elegido filología? Esto no es buena señar..:P
Curioso… Profesores de mi profesor…No te imagino yo desde el otro lado de la clase.
Me encanta la facultad. Me da un poco de miedo, aunque disfruto mucho, no se si sirvo…
Por suerte, vivo en el centro, es un placer caminar por allí.
En la facultad suelo perderme muy a menudo, y me encanta pasearme por la bibliotecas para manosear libros.
(Pictolines, sin duda)
Pues no es difícil imaginarme, porque sigo siendo estudiante. Y lo que me queda.
Ya me irás contando cómo te va con las clases. Y con los Pictolines... ;-)
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