sábado, 28 de noviembre de 2009

Pido

Amor mío, respetemos el miedo de la carne, acariciémonos con precauciones recíprocas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Por qué hay que tener miedo de algo tan natural? ¿No será mejor evitar ese miedo y probar a equivocarse?-si a eso te refieres con precauciones- equivocarse y ganar experiencias.
Al fin y al cabo en eso se basa la vida: en acumular experiencias.

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No te extrañe la hora en la que te comento ya que como bien sabes es la vida del estudiante: transnochar uno y otro dia..Y aqui estoy con mis amigos del siglo XIX -simpatiquísimos por cierto.

Un abrazo muy fuerte.
J.G.Melgar

Francisco Sianes dijo...

Trasnochador Javier,

Una vez más, no es miedo a probar. Es precaución después de haber probado. La piel y el corazón (la piel y el corazón que no están muertos, al menos) son materiales que, ante el contacto, se muestran fácilmente inflamables y desgarradoramente frágiles.

Habría que ponerles una leyenda: "Ojo: manipular con cuidado".

Un abrazo.

Elena dijo...

Cierto :)