miércoles, 4 de noviembre de 2009

Oficio de tinieblas

El arte nunca es celebración. ¿Quién querría perder un segundo del fugaz interludio de la dicha? Tampoco es una avanzada. La palabra poética camina tras la pena y llega con retraso a la alegría, es un hogar recuperado y una paz elaborada, los laureles de la reconquista a los estragos del dolor.

No hay comentarios: