¿Qué destino envidiarías sino aquel en el que fueras la respuesta a un nuevo enigma de la Esfinge, que rezara: Camina a cuatro patas en el alba; con tres al mediodía; también con cuatro -si es que aún las diosas son propicias- al ocaso?
lunes, 1 de septiembre de 2008
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7 comentarios:
No necesitas trípode, querido Fran, la firmeza de tu mano es implacable.
¡Sapristi!
¿Horario infantil? Volveré a las 12pm. Te prefiero sin censuras.
Y más firme que va a ser; que esto se me está yendo -y nunca mejor dicho- de las manos...
:S
Quien siembra vientos...
Es la primera vez que entro es tu blog. Una maravilla tus palabras y tus fotos
Espero, Silvia, que no sea la última vez que te doy las gracias.
Bienvenida.
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