Las manos del ayer y del mañana se estrechan siempre hoy. Pasado, las ofrendas del recuerdo; futuro, las promesas de la imaginación.
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Variaciones y fuga de Francisco Sianes
Datos personales
- Francisco Sianes
- Hay tardes enteras que ha pasado hojeando -sin apenas leer, por el entrañable placer de acariciarlos, olerlos, tenerlos cerca- los manoseados volúmenes de sus estanterías. Rara es la semana que ha dejado pasar sin escribir a mano una carta a un antiguo maestro, al que un día temió y hoy aprecia. Alguna vez, algún vecino curioso podría descubrirlo en ensimismada contemplación tras la ventana; podría acaso pensar que alguna melancolía lo aturde o acosa: él sólo escucha una música lejana o el calmado discurrir de sus ritmos interiores. Nunca un café se alargó como aquel que compartía con ella las soleadas e infinitas mañanas de domingo, a la sombra del árbol que plantara su abuelo. Nadie encontrará con más facilidad una excusa para interrumpir sus paseos por la playa en penumbra, tal como los interrumpía con ella, ahora que ella le falta. Jamás un latido ha durado tanto. Sin duda, observadores imparciales que nada saben ni quieren saber de él dictaminarían, con justicia, que ha perdido el tiempo. Él, si tuviera el valor de contestar, sin exigirles comprensión y con no menos justicia, sostendría que ha ganado una vida.
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6 comentarios:
... contestando a tu último comentario del post anterior y a este post:
¿te cuesta enamorarte de tu presente o de tu futuro?
¿estar enamorado del pasado es ser sentimental? ¿es querer mucho la vida que se ha tenido?
Lo que digo (o intento decir) es que el pasado y el futuro sólo pueden estar en el presente y sólo tienen sentido desde el presente: uno como memoria que orienta al -de otro modo- huérfano ahora (somos lo que hemos sido); el otro, como expectativas que orientan -dan "norte"- a la acción en el hoy (somos también lo que queremos ser).
Cuando añoramos el "pasado" lo que hacemos es reclamarlo en el hoy. Un ejemplo: la esposa que le recrimina a su tedioso marido eso de: "¡Antes no eras así!" lo que en verdad le dice es: "Quiero que, ahora, seas como eras antes". Se puede decir de alguien que vive "anclado en el pasado"; pero lo que esto significa es que, para él, el supuesto "pasado" sigue estando presente. No es que se "aferre" a nada preterido: es que sigue sintiendo en el presente.
Bien es verdad que el empeño en mantener un vínculo no recíproco se debe en muchas ocasiones a la obcecación, la inseguridad, el miedo a la incertidumbre, el rencor ("¡mira cómo te amo, mientras tú me desprecias!") y mil razones más. Pero no hablo ahora de eso.
Y ya he perdido el hilo con tanta divagación... :S
[Ser sentimental es -Perogrullo al habla- gozar y padecer los sentimientos (sean cuales fueren) con mucha intensidad.]
lo has explicado muy bien, pero hay muchos detalles de la cotidianiedad del presente que no requieren pasado ni futuro, o que fluirían mejor con menos peso de ambos.
también cosas que no son detalles, por ejemplo: añorar algo con demasiada intensidad puede hacer que dejes pasar una nueva oportunidad en el presente. o empeñarse en sacarle fotos a todo, hace que no disfrutes con todos los sentidos de lo fotografiado.
y sobre mi último comentario otro ejemplo de un post tuyo: "Aria da capo.
Nostálgico, resguardas cada instante entre los brazos del recuerdo por no haber sabido amarlo en el presente."
:-) Cuando leí tu comentario, pensé inmediatamente es ese post; pero la autocita me pareció inaceptable. :-S
***
Uf. Del tema del presente, pasado y futuro voy a pasar (al menos de momento). Considero que hay una confusión enorme con las categorías temporales (¡subjetivamente, el pasado y el futuro sólo son modalidades del presente!). Una parte de mi tesis aborda ese tema. Pero ahora no "puedor". :-)
...es que sería un tema para una tesis en sí mismo.
(conmigo no tengas ningún reparo en autocitarte).
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