martes, 19 de abril de 2011

"Hiperficciones constructivas"

Reflexiona Elena en su blog sobre la escritura colaborativa, también denominada hiperficción constructiva: "los textos narrativos redactados mediante la colaboración de varios autores".

Y yo pienso: ¿qué son, en suma, nuestra historia personal y la otra historia que exige las fatuas mayúsculas sino hiperficciones constructivas? ¿Son los imperios, nuestros amoríos, nuestras conquistas (aquí un pueblo vencido; allá rendidas doncellas), la onerosa antología de nuestros fracasos y desdichas algo distinto de nuestras ficciones; es la existencia íntima y social de cada hombre algo más que hebras de un tapiz que sin cesar tejemos y que tejen por nosotros (a la espera de ser destejidos cuando cae, Penélope, la noche)?

Decía Stephen Dedalus que "la Historia es la pesadilla de la que nunca despertamos"; Próspero, que "estamos hechos de la materia de los sueños y nuestra breve vida cierra su círculo con otro sueño". Dos personajes de ficción que nos dan lecciones de realidad. Todos escribimos nuestra vida y la de los demás y también somos escritos por los otros. ¿Quién es entonces el autor, quién el intérprete y quién el público? Lo que de verdad importa es no empuñar las hebras del dolor. Construir y ser construidos junto a quien no nos inspira y a quien no inspiramos miedo. (If I can stop one Heart from breaking / I shall not live in vain.)

2 comentarios:

Elena dijo...

Esto no será por casualidad un comentario robado a mi blog, no?

(O es que te doy miedo??? ;))

Francisco Sianes dijo...

Digamos que es un trenzado con material ajeno. Lo dijo el poeta:

"He traído de la desesperación un cestillo tan pequeño, amor mío, que ha sido posible trenzarlo con mimbre."

("Hay quien se confía a una imaginación redonda. A mí me basta ir.")