martes, 27 de enero de 2009

Cincuenta

Leo en un libro de Auden que una de las hazañas de Hércules consistió en hacer el amor a cincuenta vírgenes en una sola noche. Quedo estupefacto. ¡Hubo alguna vez cincuenta vírgenes!

12 comentarios:

yo, la reina roja dijo...

¿Hubo alguna vez esa potencia?!

Francisco Sianes dijo...

Esas preguntas, yolareinaroja -como le sucede a Aznar con el catalán-, sólo puedo responderlas en la más estricta intimidad.

Vodquila dijo...

Creo que es más probable incluso que haya 50 vírgenes.

Francisco Sianes dijo...

Vega Sicilia,

No me seas como el apóstol Tomás, que necesitó tocar para creer. No todos los mitos son falsos, ni todos los paraísos imaginarios.

Anónimo dijo...

Siempre me encantó este microrrelato de Denevi:
"Según el apócrifo Apolodoro de la Biblioteca, 'Hércules se hospedó durante cincuenta días en casa de un tal Tespio, quien era padre de cincuenta hijas a todas las cuales, una por una, fue poniendo en el lecho del héroe porque quería que éste le diese nietos que heredasen su fuerza. Hércules, creyendo que eran siempre la misma, las amó a todas'. El pormenor que Apolodoro ignora o pasa por alto es que las cincuenta hijas de Tespio eran vírgenes. Hércules, corto de entendederas como todos los forzudos, siempre creyó que el más arduo de sus trabajos había sido desflorar a la única hija de Tespio."
:-)

Francisco Sianes dijo...

La cópula y los espejos son abominables, porque multiplican al hombre y lo difunden (cito de memoria a Borges). A algunos, estás gestas maratonianas nos ponen los pelos (sólo, ay dolor, los pelos) de punta.

Un beso, pícara Ana.

Anónimo dijo...

Evidentemente hubo alguna vez cincuenta vírgenes, yo misma fuí virgen mas de cincuenta veces...la ciencia avanza que es una barbaridad..
Por cierto, recibirá noticias mías, el otro día me dió por soñar con usted y me dió morriña (nada que no se arregle con un colacao calentito).
Ah! y deje de aperecer en mis sueños! que no me deja descansar!

Una anónima que no lo es tanto.

Francisco Sianes dijo...

Anónima,

Nadie tiene potestad sobre los sueños ajenos. Y los míos siempre vuelan a Levante.

:-)

Anónimo dijo...

Es una pena no tener potestad sobre los sueños ajenos pero es peor no tenerla sobre los propios. Los mios vuelan al Sur cuando no miro.

Anónima que no lo es tanto

Francisco Sianes dijo...

Los míos, anónima, han tenido la suerte de encontrar a aquella que los baja a ras de tierra y les da cobijo.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Una pena no? los sueños deberían seguir siendo sueños. :)

annabel dijo...

Hablando de sueños... tengo enlazada en mi blog la página web de un amigo para ayudar a niños etiopes.
¿Os dáis una vuelta?

Gracias de antemano a todos los interesados :)