lunes, 24 de marzo de 2008

El hombre es el sueño de una sombra

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Hermoso punto de fuga, esa ele de usted y su sombra (imprescindibles ambos).
Beso de reencuentro.

Anónimo dijo...

Imagino lo a gustito que debía de sentirse usted en el centro de la orquesta bajo los rayos del sol. Aunque siempre con esa manía suya de no mirar hacía el espectador...

(Sepa que iba a decir otra cosa, pero, por una vez, me he contenido).

Francisco Sianes dijo...

La sombra vencida, querida Ana: la sombra vencida.

Otro muy cariñoso para usted.

***

Estoy lo suficientemente solo como para que esa comprometida postura no sea pericolosa...

(No forzar nada, no reprimir nada, Inés san: consejo gratuito de Francisco Miyagi)

Anónimo dijo...

Maestro Miyagi,

Estoy de acuerdo en lo de no forzar, pero en lo de no reprimir... Créame: hay ocasiones en las que es preferible la contención; haga caso del sabio consejo de Inés san edrín.

[Precisamente cuando está usted solo es cuando más periGoloso le encuentro].

Francisco Sianes dijo...

No pida peras al olmo ni ponga puertas al campo, Inesilla.

Y cuidado, no se le vayan a picar los dientes con tanta golosería.

Anónimo dijo...

Yo ya ni pido ni pongo, Paquillo.

Y por mis dientes no se preocupe que lo agrio no produce caries.

Francisco Sianes dijo...

Pero marca las arrugas.

Anónimo dijo...

La arruga es bella, y si no, ahí tenemos a San Botox, que ese sí que hace milagritos y sin necesidad de rezarle.

Francisco Sianes dijo...

El Botox, como todos los santos, insensibiliza. Le recomiendo que frecuente a los diablos. Pero no me abuse.

Anónimo dijo...

¿Que no abuse? ¿Pues no decía usted hace un rato que no hay que reprimirse?

Ay... quien le entienda que le compre.

(De todas formas no hace falta que frecuente diablos, ya me frecuentan ellos a mí).

Buenas noches y que descanse (en paz).