viernes, 30 de diciembre de 2011

Dilema

Escucho la Secuencia para saxofón de Luciano Berio ¿Qué encuentro? Una radical apertura (o destrucción) del átomo musical, la nota, para desentrañarla: un estiramiento hasta el límite de la materia musical semejante al estiramiento, a la disección del rostro humano que realiza Francis Bacon en sus retratos. ¿Qué queda? ¿Una explosión asignificante de haces musicales (ruido y furia) o una manifestación de las infinitas potencialidades del sonido? Buen dilema para un fin de año.


4 comentarios:

Francisco Sianes dijo...

Foto: Todos los derechos reservados por RasMarley.

Sir John More dijo...

A mí en la música de Berio me parece que falta una dimensión esencial, que ahora no sabría muy bien definir. Me preguntaba si esa dimensión es una dimensión ajena a la misma música, si es una dimensión más de nuestros oídos, y tal vez, seguramente, pero al fin y al cabo la música es nuestra, es de la civilización que la va haciendo, y de alguna forma, sin esa dimensión, se queda obligadamente coja. O no, como dirían los buenos gallegos... Lo cierto es que la escucho pensando que hay ahí mucho de interés técnico, pero no podría escuchar todas las secuencias de Berio, con esta tengo de sobra. Y aprovecho para mandarle mis mejores deseos, señor mío.

Francisco Sianes dijo...

Amigo Sir,

La mayor parte de la música culta experimental del siglo pasado renunció voluntariamente al placer inmediato de la audición. Se trata de una música fracturada, indócil, endurecida, anfractuosa; en suma, difícil y problemática. En ella, la satisfacción de la "libido musical" está ligada a la exploración técnica del campo sonoro y a la aventura intelectual. Interpela a partes de nuestra sensibilidad y nuestro entendimiento que se mueven más allá (o más acá) de la belleza -en su sentido luminoso, solar-. Esta secuencia de Berio, en concreto y por las razones que aporto, me resulta reveladora.

Espero que haya empezado el año con buen pie. Y no me olvido de nuestra cita pendiente.

Un abrazo.

An dijo...

Soy incapaz de disfrutar eso :-S. Yo limitaría la armonía atonal exclusivamente dentro de las secuencias de tensión o terror en las películas.

An