Montaigne certificaba que filosofar es aprender a morir. Sólo es sabio quien accede a la lucidez tras aprender a imaginarse muerto. ¿Qué es el personaje del vampiro -anémico, nocturno, decadente, ultracultivado, femenilmente atractivo y sofisticadamente cruel-, el "ya no vivo", sino la prueba de que, en el imaginario de Occidente, sólo se accede a la verdad, a la experiencia, a la lucidez al precio de la muerte de la vitalidad?
Contra Montaigne, uno diría que la sabiduría -sinónimo de la salud- es el divino olvido de sí, el éxtasis del ahora.
Criaturas de la noche, ¿seremos aún capaces de una sabiduría solar?
Contra Montaigne, uno diría que la sabiduría -sinónimo de la salud- es el divino olvido de sí, el éxtasis del ahora.
Criaturas de la noche, ¿seremos aún capaces de una sabiduría solar?



