"Dicen que el hombre no es hombre..." decía Machado. ¿Cómo y cuándo se recupera la identidad tras nuestra disolución en el olvido del ser antes amante? Hay que reimaginarse, autoimaginarse de nuevo, desde cero. Aunque exige un esfuerzo ímprobo.
Yo a eso lo llamo pasar las de Caín. O, como decían los antiguos, "pasar más que para echar los dientes". Uno quiere pensar sin embargo que, tras las sumas y restas, la cuenta del amor ofrece siempre un saldo positivo.
(El desamor, sin duda, "nos depara la ilusión de un comienzo". Y qué gran oportunidad eso de reinventarse y reimaginarse, amigo.)
Hay tardes enteras que ha pasado hojeando -sin apenas leer, por el entrañable placer de acariciarlos, olerlos, tenerlos cerca- los manoseados volúmenes de sus estanterías. Rara es la semana que ha dejado pasar sin escribir a mano una carta a un antiguo maestro, al que un día temió y hoy aprecia. Alguna vez, algún vecino curioso podría descubrirlo en ensimismada contemplación tras la ventana; podría acaso pensar que alguna melancolía lo aturde o acosa: él sólo escucha una música lejana o el calmado discurrir de sus ritmos interiores. Nunca un café se alargó como aquel que compartía con ella las soleadas e infinitas mañanas de domingo, a la sombra del árbol que plantara su abuelo. Nadie encontrará con más facilidad una excusa para interrumpir sus paseos por la playa en penumbra, tal como los interrumpía con ella, ahora que ella le falta. Jamás un latido ha durado tanto. Sin duda, observadores imparciales que nada saben ni quieren saber de él dictaminarían, con justicia, que ha perdido el tiempo. Él, si tuviera el valor de contestar, sin exigirles comprensión y con no menos justicia, sostendría que ha ganado una vida.
4 comentarios:
"Dicen que el hombre no es hombre..." decía Machado. ¿Cómo y cuándo se recupera la identidad tras nuestra disolución en el olvido del ser antes amante? Hay que reimaginarse, autoimaginarse de nuevo, desde cero. Aunque exige un esfuerzo ímprobo.
No podría estar más de acuerdo... Morimos un poco con cada historia que se cierra..
Yo a eso lo llamo pasar las de Caín. O, como decían los antiguos, "pasar más que para echar los dientes". Uno quiere pensar sin embargo que, tras las sumas y restas, la cuenta del amor ofrece siempre un saldo positivo.
(El desamor, sin duda, "nos depara la ilusión de un comienzo". Y qué gran oportunidad eso de reinventarse y reimaginarse, amigo.)
Sí, Alicia; pero "un bel morir tutta una vita onora".
Publicar un comentario