En mitad del camino de la vida
me hallé en el medio de una selva oscura
después de dar mi senda por perdida.
***
Pero al llegar al pie de una pendiente,
allí donde acababa el valle fiero
que me llenara de pavor la mente,
levanté la mirada y vi el otero
vestido por los rayos del planeta
que muestra al viandante su sendero.
***
Como el que tuvo y se quedó sin nada,
perdido su tesoro, y llora triste
al mirar su ambición desmantelada;
tal me hallo yo cuando la fiera embiste,
pues me repele, dominando el centro,
donde el sol calla y es cual si no existe.
[Traducción de Abilio Echeverría para Alianza Editorial]
lunes, 10 de diciembre de 2007
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