Charlando la otra tarde con un amigo belga, descubrí que él (en apenas un año) conocía mejor que yo el centro de Sevilla. Los foráneos: esos atentos, minuciosos, aplicados amantes de las ciudades que efímeramente habitan. La ciudad propia es para el lugareño, como la vieja esposa para el marido, invisible.
sábado, 16 de julio de 2011
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4 comentarios:
Ya sabe, amigo Sianes, es difícil mantener una relación apasionada con aquello que no tememos perder.
Saludos
Cierto. Añado: aquello que "no tememos perder" tiende a convertirse en aquello que tememos no perder.
Y usted sí que anda perdido. Incomentable. ¿Practicando de nuevo el arte de la fuga, mi querido amigo?
Pues no, nada de fugas, amigo Sianes, es que he decidido donar mi cuerpo (de bloguero) a la ciencia :-).
Ya le contaré los resultados.
Pues espero -por la cuenta que le trae- que sea a la GAYA ciencia.
Sobre ascuas me tiene... ;)
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