sábado, 16 de enero de 2010

Maratón

La visión clásica del hombre es la de alguien subyugado por las necesidades que busca la libertad. Lo que ocurre hoy, sin embargo, es que los hombres viven en libertad, incluso con ciertos lujos, y se imponen simular unos padecimientos que no tienen. Esta comedia de la necesidad es la gran ideología de nuestro tiempo. Así que ese hombre rico y feliz sólo tiene dos opciones: suicidarse o dedicarse a correr maratones. La pasión por el deporte es uno de los síntomas más elocuentes de nuestra actual sociedad. Y los españoles podrían preguntarse por qué antes tuvieron tantos santos y hoy tienen tan buenos corredores de maratón.

(Peter Sloterdijk)

Corolario

[El contraste entre imágenes y musiquilla hace que todo resulte aun más aterrador y espeluznante.]

4 comentarios:

alicia dijo...

Creo que los padecimientos hoy en día vienen por las ilusiones cercenadas, por el limitado espacio dentro del que podemos, sí, volar pero solo por unas horas, al salir del trabajo de siete a nueve que luego hay que madrugar. Curioso lo de los santos y los corredores... Sonrío.

Francisco Sianes dijo...

Dímelo a mí, Alicia, que me levanto (que no despierto del todo) a las seis menos cuarto. Como vocación de santo no tengo, no descarto verme en la próxima maratón nocturna de Sevilla (y no me refiero a la maratón de gin tonics en las que intentan engancharme últimamente, ay de mí).

alicia dijo...

Qué gracia... Desde que he sabido que vives en Sevilla te leo y tus palabras me suenan con acento andaluz :)
(esa maratón de gin tonics suena interesante. Abandónemonos un poco, no?)

Francisco Sianes dijo...

No te crea, miarma: no tengo un asentillo demasiao andalú; aunque sí que tengo musho arte. ¡Ole!

[Ay, Alicia, hablas con un abstemio. Yo que tenía todas mis esperanzas puestas en ti y -tu quoque- te veo empujándome al camino de los excesos...]