tag:blogger.com,1999:blog-5057292826900076104.post6068906559574709182..comments2023-06-28T17:57:14.616+02:00Comments on El río de Heráclito: París, 2 de abrilFrancisco Sianeshttp://www.blogger.com/profile/16335234939396062226noreply@blogger.comBlogger3125tag:blogger.com,1999:blog-5057292826900076104.post-49378126007252750902007-09-11T10:26:00.000+02:002007-09-11T10:26:00.000+02:00Vaya por Dios... ¿"Semicapón" también en lo espiri...Vaya por Dios... ¿"Semicapón" también en lo espiritual? En ese caso no fuerce el éxtasis que es peor. A mí me resulta fácil porque mi alma es "multiextática", como<BR/>la de Santa Teresa, y asciende en seguida. Pero si a la suya le cuesta, no desespere: usted siga practicando y ya verá como un día también se le eleva.<BR/><BR/>SuerteAnonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5057292826900076104.post-26733182992260806832007-09-10T22:18:00.000+02:002007-09-10T22:18:00.000+02:00gautier,Voy a hacerle una confesión: la última vez...gautier,<BR/><BR/>Voy a hacerle una confesión: la última vez que traté de forzar una "experiencia mística" en una catedral me quedé profundamente dormido. Hasta que una señora tuvo a bien recordarme que era la hora del cierre. <BR/><BR/>Saludos abochornados.Francisco Sianeshttps://www.blogger.com/profile/16335234939396062226noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5057292826900076104.post-631021296453612062007-09-09T13:33:00.000+02:002007-09-09T13:33:00.000+02:00"(...) La monumentalidad intenta honrar y convocar..."(...) La monumentalidad intenta honrar y convocar una espiritualidad para la que basta un solo ser humano traspasado por la fe.(...)"<BR/><BR/>Y yo diría: "para la que basta un solo ser humano traspasado por la BELLEZA..."<BR/><BR/><BR/>El último párrafo de tu artículo me ha recordado algo que me sucede a menudo cuando estoy en una iglesia o una catedral (también en un museo o en cualquier otra parte donde observe de cerca algo bello creado por el hombre, pero me ocurre más en ambientes solemnes). En la quietud de estos lugares suelo retroceder en el tiempo para imaginarme con detalle al artista: ora ideando el proyecto con el ceño fruncido por la concentración, ora trabajando minuciosamente en la obra que siglos después mi mirada contempla. Si en esta obra hay representada alguna figura humana, visualizo también a la/s persona/s que sirvieron de modelo, y la/s supongo posando, mirando fijamente a un punto, tratando de no moverse pese al cansancio por haber mantenido durante largo rato la postura. Me acuerdo también de todos aquellos otros seres humamos que observaron en el pasado esa creación y de todos los otros futuros que han de contemplarla algún día, muchos de los cuales, tal vez, piensen las mismas cosas que en ese momento yo pienso.<BR/><BR/>Entonces no puedo evitar imaginarme después a todos muertos: al artista, con sus hábiles manos reposando sobre su quieto pecho en algún lugar del tiempo; a los modelos, a los que ya no les cuesta ningún trabajo evitar moverse; y a todos los observadores sucesivos en la historia que por ese mismo sitio pasamos y que, por unos instantes, estuvimos unidos con el espíritu del artista y, de alguna extraña forma, lo estuvimos también entre nosotros a través de ese momento de comunión con la obra y con nuestro destino común: el polvo.<BR/><BR/>Quizá esto suene un tanto tétrico o morboso pero es durante esas reflexiones cuando me sumerjo profundamente en la esencia de la obra que presencio: una talla, un retablo, un dulce canto litúrgico... y al sentir esa magnificencia inmortal sobre la levedad del momento, me conmuevo doblemente.<BR/><BR/>Es entonces también cuando comprendo que la muerte no hace sino otorgar belleza a las cosas y que la belleza, a su vez, a modo de recompensa, parece querer despojar a la muerte de su velo de horror para que las personas como yo dejen durante unos instantes de tenerle miedo.<BR/><BR/>Y así es como en momentos y lugares como éstos, y sin tener la más mínima fe en Dios, siento que algo divino me traspasa y le encuentro cierto sentido a la vida.<BR/><BR/>Y , claro, como es de suponer, con tanta visualización y demás gaitas, me dan las tantas dentro de la iglesia...<BR/><BR/>Saludos místicos.Anonymousnoreply@blogger.com